El sector de los plásticos inmerso en la inseguridad jurídica ante la entrada en vigor de la directiva SUP

12.07.2021 - España

En España no se ha traspuesto a tiempo la directiva de la UE 2019/904 –la directiva SUP–relativa a la reducción del impacto en el medio ambiente de determinados  productos de plástico de un solo uso.

manfredrichter / Pixabay

Esta directiva debería haber entrado en vigor el 3 de julio, pero parte de la trasposición al ordenamiento jurídico español se está haciendo en el lo que es ahora el proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados y que está actualmente en trámite parlamentario y no se espera que entre en vigor antes del año que viene.

Una vez entrara en vigor la ley que incluya esta trasposición, quedaría prohibido poner en el mercado una decena de productos de plástico de un solo uso: bastoncillos de algodón, cubiertos, platos, pajitas, agitadores de bebidas, palitos para sujetar globos, recipientes para alimentos hechos de poliestireno expandido (cajas con o sin tapa para contener alimentos destinados al consumo inmediato, in situ o para llevar, que se consumen en el propio recipiente y están listos para tomar sin ninguna otra preparación), los recipientes para bebidas hechos de poliestireno expandido y los vasos de este mismo material, incluidas sus tapas y tapones.

Ante la no trasposición a tiempo de la directiva y para intentar solucionar este vacío, el Ministerio para la Transición Ecológica publicó una Nota Informativa en la que afirmaba que las restricciones a poner en el mercado estos productos sí entrarían en vigor el 3 de julio, pero esta falta de seguridad jurídica coloca a las empresas del sector en una situación de incertidumbre.

“Parece cuando menos injusto que a pesar de que el Gobierno no haya cumplido su plazo para la transposición, sí que obligue a la industria –explica Ángela Osma, Directora Técnica y de Sostenibilidad de ANAIP–. Los fabricantes llevan tiempo valorando la posibilidad de nuevas opciones. Una reconversión de productos conlleva tiempo, inversión económica y asumir muchos riesgos. No es fácil y, a veces, no es posible”.

Situación similar en toda la UE

Este hecho no se da únicamente en España. Tal como recoge EuPC –la asociación europea de transformadores de plásticos– en un comunicado, la trasposición de la directiva SUP muestra una fragmentación sin precedentes entre los países comunitarios y los legisladores nacionales están intentando cumplir el exigente calendario de la UE.

“La Comisión Europea debería haberse dado cuenta del impacto de la directiva SUP en las empresas y de lo largos que pueden ser los procesos legislativos nacionales –afirma Alexandre Dangis, Director General de EuPC–. Esos cambios no se pueden hacer de la noche a la mañana y la fragmentación del mercado único de la UE es ahora un escenario inevitable que tiene graves consecuencias en las pérdidas de empleo y empresas en la Unión”.

Y es que la Directiva SUP deja un considerable margen para la interpretación a los legisladores nacionales. Los estados miembros, por tanto, están desarrollando normas diferentes que afectan a conceptos fundamentales, lo que dificulta el objetivo final de conseguir una legislación armonizada en los países miembros.

De hecho, las diferencias entre estados son sustanciales, tanto en lo referente al calendario de trasposición como en el contenido en sí. Entre los países que ya han enviado sus borradores a la Comisión Europea está Francia, que tomó cierta distancia de las disposiciones de la directiva y ahora va a tener que modificar el texto, provocando retrasos. Italia podría ser el único país que excluya productos de plástico biobasado, mientras que en Suecia el alto número de respuestas a su proyecto de ley hará inevitable el retraso. Otros países como Rumanía o Bulgaria no han iniciado la trasposición. 

De haber llegado antes, la guía interpretativa de la directiva –presentada por la CE el 31 de mayo– podría haber sido un gran instrumento para que los estados miembros construyeran un marco unificado en el contexto de la trasposición nacional. Sin embargo, la guía llegó solo un mes antes de la fecha límite de la trasposición, lo que hizo que perdiera su razón de ser. Además, la guía no es suficientemente clara en algunos aspectos y no crea la seguridad necesaria para la planificación de la industria de toda Europa. Especialmente en lo que se refiere a la definición de los recipientes de alimentos de un solo uso.

Desde ANAIP compartimos con EuPC que la atención ahora se centra en apoyar a las partes interesadas nacionales en su intento de lograr una trasposición justa de la directiva, tratando de limitar las consecuencias negativas de los procesos legislativos apresurados.

Es imprescindible el apoyo de todos los agentes, incluida la administración pública, para aumentar las tasas de reciclaje, en el amplio sentido, tanto el mecánico como las nuevas opciones de reciclado químico, enzimático y orgánico; facilitar la incorporación de la materia prima reciclada en el ciclo productivo; que se determine el fin de condición de residuo de la granza reciclada y que se evite el depósito de residuos en vertederos. Creemos que los esfuerzos por la sostenibilidad medioambiental deberían enfocarse en estos aspectos en lugar de prohibir el uso de un material o gravarlo solo a él de forma más intensa. Desde nuestro punto de vista, este tipo de acciones solo cambiarán unos residuos por otros, sin tener en cuenta un análisis completo de su ciclo de vida.

Los plásticos son aliados de la lucha contra el cambio climático. El uso de plásticos en multitud de aplicaciones disminuye el consumo energético. Por ejemplo, si sustituyéramos los plásticos de todos los envases por otro material, triplicaríamos el material empleado para los mimos productos, duplicaríamos el gasto energético y triplicaríamos las emisiones de gases de efecto invernadero.

El sector de la transformación de plásticos en España está compuesto por casi 3.000 empresas, siendo el 98% de ellas pymes y micropymes, que dan trabajo de calidad a más de 70.000 personas, generan una cifra de negocio anual de más de 16.000 millones de euros y representan el 1,4% del PIB. La pandemia provocada por la Covid-19 ha demostrado que es fundamental y necesario que España tenga un sector industrial potente que pueda hacer frente a todas las necesidades, especialmente las consideradas estratégicas, sin depender tanto de la producción exterior. Por lo que, ahora más que nunca, debemos apoyar el tejido industrial a la vez que se vela por la preservación del medio ambiente.

La industria de plásticos española considera que hay que avanzar en la vía de la colaboración y no de la imposición, por lo que brinda su apoyo a la Administración para lograr que se cumpla de manera efectiva ese objetivo medioambiental que todos perseguimos.

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