¿Moras sin espinas? Científicos ensamblan el genoma de una mora en un gran paso hacia la obtención de una fruta mejor
Las moras sin espinas, resistentes a las enfermedades y más sabrosas podrían estar en el horizonte, gracias a una nueva investigación genética de la Universidad de Florida.

Zhanao Deng, profesor de la UF, examinando bayas en el Centro de Investigación y Educación de la Costa del Golfo de la UF/IFAS.
UF/IFAS
Las nuevas variedades de zarzamora de la UF podrían suponer una bendición para los agricultores que buscan recuperarse tras el declive de los cítricos de Florida y que ven la oportunidad de satisfacer la creciente demanda de moras, cuya popularidad se ha disparado en los últimos años.
"En general, este estudio no sólo avanza nuestra comprensión de la genética de la mora, sino que sienta las bases para mejoras significativas en las técnicas de cultivo de la mora", dijo el investigador de la UF/IFAS Zhanao Deng, quien dirigió el estudio que fue publicado recientemente en la revista Horticulture Research. "El resultado final podrían ser variedades de mora mejores y más robustas que beneficien tanto a los cultivadores como a los consumidores de todo el mundo".
En los últimos 20 años ha aumentado la demanda de moras por parte de los consumidores, lo que ha llevado a los agricultores a cultivar más esta sabrosa fruta en Estados Unidos y en todo el mundo.
Estados Unidos produce anualmente 37 millones de libras de moras procesadas y casi 3 millones de libras de fruta fresca. En Florida, los cultivadores producían moras en 277 explotaciones y 702 acres, según el Censo de Agricultura del Departamento de Agricultura de EE.UU. de 2022.
El nuevo estudio profundiza en la composición genética de las moras, dijo Deng, profesor de horticultura ambiental en el Centro de Investigación y Educación de la Costa del Golfo de UF/IFAS. Él y sus colegas han estado desarrollando nuevas variedades de zarzamora utilizando conocimientos profundos obtenidos a partir de la secuenciación del genoma.
Utilizando una gran colección de secuencias de ADN de una mora experimental BL1, el equipo las unió computacionalmente, reconstruyendo la secuencia original de todo el genoma de esta mora.
Se empieza por comprender que la BL1 es una fruta tetraploide, es decir, que procede de una planta con cuatro copias de cada cromosoma en sus células. Eso significa que tiene el doble del número normal de cromosomas que una planta diploide típica, como una frambuesa. Trabajar con un tetraploide es más complejo que con un diploide, explica Deng.
"La publicación de este genoma tetraploide de la zarzamora puede contribuir a una mejora genética más eficaz y selectiva, que en última instancia conduzca al desarrollo de nuevos cultivares con mayor calidad de fruta y resistencia a enfermedades importantes", dijo Deng. "El genoma de referencia creado a partir de esta investigación puede ser una poderosa herramienta para cualquiera que trabaje con moras".
El ensamblaje del genoma también descubre los secretos que se esconden tras rasgos clave como el cultivo de plantas de mora sin espinas y la producción de antocianinas, que afectan al color y los beneficios para la salud de la fruta.
"Este hallazgo puede ayudarnos a entender por qué las moras desarrollan su característico color morado oscuro con el paso del tiempo y cómo mejorar potencialmente este proceso para obtener bayas más nutritivas", afirma.
Esta investigación es muy prometedora para Florida, el sureste de Estados Unidos y regiones de clima similar.
Según Deng, el uso de los conocimientos genéticos obtenidos en este estudio puede acelerar el proceso de creación de variedades de zarzamora mejor adaptadas a las condiciones de cultivo locales, mejorando tanto el rendimiento como la calidad de la fruta producida en Florida y en todo el mundo.
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