La lengua electrónica detecta el deterioro del vino blanco antes que los humanos

18.04.2024
computer generated picture

Imagen simbólica

Aunque la lengua electrónica tiene poco parecido físico con su homónima, las sondas sensoriales en forma de filamento de la "e-lengua" superaron a los sentidos humanos en la detección de vino contaminado en un estudio reciente.

Washington State University

La lengua electrónica o "e-lengua" alojada en el Centro de Ciencias Sensoriales de la Universidad Estatal de Washington. Un equipo de investigación dirigido por Carolyn Ross, científica de la WSU especializada en alimentación, descubrió que la e-lengua detectaba los "defectos" o el deterioro del vino blanco un mes antes de que un panel sensorial humano notara el cambio de aroma.

En un experimento realizado en la Universidad Estatal de Washington, la "e-lengua" detectó la presencia de microorganismos en el vino blanco una semana después de la contaminación, cuatro semanas antes de que un grupo de personas notara el cambio de aroma. También antes de que esos microbios pudieran cultivarse a partir del vino en una placa de Petri. Los vinicultores recurren tradicionalmente a estos dos métodos, el olfateo del vino y la prueba en placa de Petri, para identificar posibles "defectos" o alteraciones del vino.

Según Carolyn Ross, catedrática de Ciencias de la Alimentación de la WSU y autora del estudio, los resultados, que se publican en la revista Journal of Food Science, indican que la prueba de la lengua electrónica podría mejorar estos métodos y permitir a los enólogos detectar y mitigar antes los problemas.

"Si se analizara una muestra con la lengua electrónica, podríamos saber en una semana si hay contaminación o un problema de defectos en el vino, en lugar de esperar hasta cuatro semanas realizando sólo pruebas sensoriales", explica Ross, que también es directora del Centro de Ciencias Sensoriales de la WSU. "Es realmente útil para entender la calidad del vino".

Cuando se sumergen en un líquido, los sensores de la e-lengua pueden "saborearlo" analizando la presencia de determinados compuestos. En la WSU, el equipo de Ross desarrolló y programó el instrumento para diversos fines, entre ellos tomar una especie de "huella dactilar" del vino, recopilando información variada que puede interesar a los enólogos.

"Proporciona buena información sobre la calidad holística de los vinos", afirma Ross, aunque señala que este tipo de análisis se utiliza mejor como complemento, no como sustituto, de otros métodos para juzgar la calidad del vino.

En este estudio, los investigadores añadieron a propósito cuatro microbios a distintas botellas de Reisling. Se sabe que estos microbios contaminan el vino blanco, provocando su deterioro y olores desagradables, como a quitaesmalte de uñas, geranio y "ratoncillo". Entrenaron a un grupo de 13 voluntarios para reconocer una serie de atributos del vino por sus aromas, tanto positivos como negativos, incluidos estos olores.

A continuación, el grupo entrenado evaluó el aroma del vino no contaminado como control y muestras del vino contaminado que habían estado almacenadas entre siete y 42 días. La e-lengua se sometió a la misma tarea e identificó la contaminación de todo tipo tras los primeros siete días de almacenamiento. El panel sensorial humano no empezó a detectar contaminación en algunas de las muestras hasta pasados 35 días de almacenamiento, 28 días después que la e-lengua.

Ross y sus colegas también han probado la e-lengua con vino tinto en un estudio anterior, y el equipo sigue desarrollando el instrumento alojado en el Centro de Ciencias Sensoriales de la WSU, creando una biblioteca que ayude a fundamentar sus capacidades de "cata". Actualmente, Ross busca bodegas interesadas en las capacidades de la e-lengua para evaluar la calidad de sus productos.

Este estudio ha contado con el apoyo del Fondo de Investigación del Vino y la Uva de Washington y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Otros coautores del estudio son Rachel Potter y Claire Warren, de la WSU, y Jungmin Lee, del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de EE UU.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

Publicación original

Más noticias del departamento ciencias

Noticias más leídas

Más noticias de nuestros otros portales

La IA está cambiando el sector de la alimentación y las bebidas