Las autoridades se incautaron de productos alimenticios falsificados por valor de 91 millones de euros en una sola operación en toda la UE

la EUIPO denuncia la falsificación de alimentos y bebidas en la UE

13.06.2025
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¿Qué hay en su mesa?". Esta es la pregunta que formula la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), en el marco de su campaña para el Día Mundial contra la Falsificación, que expone la preocupante amenaza de la falsificación de alimentos y bebidas en toda la UE. La iniciativa se produce cuando informes recientes indican que la falsificación en el sector de los alimentos y las bebidas sigue planteando importantes riesgos para la salud de los consumidores, al tiempo que perjudica a las economías europeas y a su patrimonio culinario.

Los productos falsificados suelen asociarse a los artículos de lujo o al sector de la ropa y la moda. Sin embargo, según la Evaluación de la Amenaza de los Delitos contra la Propiedad Intelectual de 2022, los productos alimenticios -en particular galletas, pasta, patatas fritas y dulces- fueron la segunda categoría de productos más incautados en las fronteras exteriores de la UE en 2020.

Hallazgos recientes revelan el alarmante alcance de esta actividad delictiva. El Informe 2025 de Europol sobre la Evaluación de la Amenaza de la Delincuencia Grave y Organizada en la Unión Europea (SOCTA) destaca que el crecimiento del comercio electrónico ha proporcionado a los falsificadores nuevas vías para distribuir alimentos fraudulentos, lo que hace cada vez más difícil para los consumidores identificar los productos auténticos. Los delincuentes manipulan las etiquetas y los envases de los alimentos y también ajustan los procesos de fabricación, centrándose en los productos de alto valor.

Las operaciones policiales sobre el terreno también han puesto de manifiesto la magnitud del problema. La operación conjunta OPSON de Europol e Interpol, que se lleva a cabo anualmente, dio lugar a la incautación de productos alimenticios falsificados y de calidad inferior por valor de 91 millones de euros en 2024.

El Director Ejecutivo de la EUIPO, João Negrão, declaró: "La falsificación de alimentos y bebidas es un importante problema de salud pública. Nuestra campaña pretende dotar a los consumidores de los conocimientos necesarios para protegerse, apoyando al mismo tiempo a las empresas legítimas que respetan las normas de calidad de la UE. Esta es una batalla que debemos librar juntos: autoridades, productores y consumidores por igual".

Los riesgos para la salud siguen siendo una preocupación primordial. El Informe SOCTA 2021 advierte de que se ha descubierto que los productos alimentarios fraudulentos contienen sustancias peligrosas como metanol, mercurio, fipronil y diversos insecticidas o pesticidas.

La falsificación de bebidas, sobre todo alcohólicas, sigue siendo un problema importante, y los grupos de delincuencia organizada emplean métodos sofisticados para engañar a los consumidores. Los falsificadores suelen reutilizar las botellas originales o imprimir etiquetas falsas para colocarlas en botellas vacías, lo que dificulta a los consumidores y a las autoridades la distinción entre productos legítimos y fraudulentos.

El impacto económico también es considerable. Según los datos de la EUIPO, el sector de los vinos y las bebidas espirituosas fue uno de los más afectados por la falsificación durante el período 2013-2017. En total, se perdieron 2 289 millones de euros en ventas y se destruyeron casi 5 700 puestos de trabajo al año en la UE debido a la falsificación. La pérdida en impuestos de estos productos también fue significativa, ascendiendo a 2 068 millones de euros.

China y Turquía fueron algunos de los países de origen más frecuentemente notificados de alimentos y bebidas falsificados incautados en la frontera exterior de la UE en 2019 y 2020.

Las indicaciones geográficas, una marca de autenticidad

La industria de alimentos y bebidas es una piedra angular de la economía de la UE, que contribuye significativamente al desarrollo regional, al empleo y a la creación de puestos de trabajo. Desde los vinos hasta los productos alimenticios tradicionales, las indicaciones geográficas (IG) permiten a los consumidores confiar en los productos de calidad y distinguirlos, al tiempo que ayudan a los productores a comercializar mejor sus productos. Estas denominaciones protegen los nombres de productos originarios de regiones concretas y que poseen cualidades o características debidas esencialmente a ese entorno geográfico.

El sistema de IG de la UE incluye las etiquetas de Denominación de Origen Protegida (DOP), Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Especialidad Tradicional Garantizada (ETG). Estas certificaciones preservan el rico patrimonio culinario europeo y ofrecen a los consumidores garantías de autenticidad y calidad. En la actualidad, la Unión Europea cuenta con más de 3.600 productos registrados como indicaciones geográficas.

Francia, Italia y Alemania lideran tanto la producción como el consumo de productos con IG, y sólo Francia representa casi el 32% de las ventas de productos con IG de la UE. El vino constituye el 54% del consumo total de IG de la UE, lo que lo hace especialmente vulnerable a la falsificación. Otros productos muy afectados por la falsificación son el aceite de oliva, la cerveza, la carne, el queso y los productos lácteos.

Cómo pueden protegerse los consumidores

La campaña de la EUIPO "¿Qué hay en tu mesa?" ofrece consejos prácticos a los consumidores sobre cómo protegerse contra los productos falsificados. Se recomienda encarecidamente a los consumidores que compren en los minoristas y canales de distribución oficiales, así como en los sitios web oficiales de las marcas, para evitar los productos falsificados. Verificar el etiquetado de los productos y su origen y comprobar si llevan logotipos de certificación puede ayudar a confirmar la legitimidad del producto. En particular, los consumidores deben buscar las etiquetas oficiales de Indicación Geográfica (IG) de la UE, como DOP, IGP y ETG, para asegurarse de la autenticidad de los productos que compran.

También es importante examinar detenidamente el envase y el propio producto, ya que las falsificaciones suelen presentar defectos de acabado o faltas de ortografía. El uso de herramientas de autenticación, como códigos QR y hologramas, puede ayudar aún más a verificar la autenticidad de un producto. La EUIPO ha publicado una guía tecnológica contra la falsificación y la piratería que incluye más de 40 tecnologías que pueden ayudar a los empresarios a proteger sus marcas.

Acabar con las falsificaciones en Europa

La falsificación de alimentos y bebidas y el uso indebido de indicaciones geográficas constituyen un delito importante y grave que debe combatirse a escala internacional. La EUIPO participa activamente en la lucha contra la falsificación en toda la UE. Como parte de sus esfuerzos, colabora con diversas organizaciones y autoridades encargadas de la aplicación de la ley, incluidos agentes de policía y titulares de derechos, para mejorar la cooperación transfronteriza y la aplicación de la ley en Europa.

Operaciones de gran repercusión como OPSON -que significa "comida" en griego antiguo- ayudan a retirar del mercado alimentos y bebidas falsificados y de calidad inferior. En su edición de 2024, la operación OPSON, coordinada por Europol e Interpol en colaboración con diversas autoridades policiales de 29 países de Europa, así como con productores de alimentos y bebidas, condujo a la incautación de 22 000 toneladas de alimentos y unos 850 000 litros de bebidas (en su mayoría alcohólicas), por un valor de 91 millones de euros. La operación también se saldó con 11 redes delictivas desmanteladas y 278 personas denunciadas ante las autoridades judiciales en relación con las falsificaciones. En el marco de estas operaciones, la EUIPO aporta su experiencia en materia de derechos de propiedad intelectual -en particular marcas e indicaciones geográficas-, al tiempo que ofrece formación y colabora estrechamente con las autoridades encargadas de velar por el cumplimiento de la ley para combatir la falsificación.

Como ponen de manifiesto los informes de la EUIPO, la producción y distribución de productos falsificados suele estar vinculada a la delincuencia organizada, actividades que socavan los negocios legítimos, ponen en peligro la salud de los consumidores y contribuyen a financiar otros tipos de delitos graves, como el tráfico de drogas, el blanqueo de capitales, la ciberdelincuencia, el fraude e incluso el terrorismo.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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