Shrinkflation: las subidas de precios ocultas siguen extendiéndose en Austria
foodwatch pide un etiquetado obligatorio: Francia, a la cabeza
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Cada vez menos contenido por el mismo precio o incluso mayor: la shrinkflation también se extiende en Austria. Un análisis conjunto de foodwatch y la plataforma de comparación de precios preisrunter.at muestra que casi todas las categorías de productos alimentarios se ven afectadas, desde los aperitivos y las conservas vegetales hasta los helados. Lo más insidioso es que esta subida de precios oculta suele pasar desapercibida para los consumidores, ya que no existe obligación de etiquetado.
Por ejemplo, un paquete de 250 gramos de galletas de caramelo Biscoff costará 2,19 euros en MPREIS en 2024. En 2025, el precio seguirá siendo el mismo, 2,19 euros, pero con un contenido de solo 200 gramos. Esto supone un aumento de precios de la friolera del 25%.
La industria oculta las subidas de precios
Ya sea Nestlé, Lotus, Zott o las marcas propias de los supermercados: Las justificaciones de la reducción del contenido van desde "nuevos envases" hasta "aumento de los precios de las materias primas" y "cambios de proveedores". Pero al final, el resultado para los consumidores es siempre el mismo: menos dentro, más a pagar. Lo que resulta especialmente molesto es que, incluso cuando los fabricantes reducen el precio de venta recomendado, las cadenas minoristas no repercuten automáticamente estas reducciones de precio en los clientes.
"Nuestra investigación muestra claramente que la transparencia voluntaria no es suficiente. Mientras no exista una obligación clara de etiquetado, la reducción de precios no es más que un fraude oculto y una forma realmente descarada de engaño al consumidor", critica Indra Kley-Schöneich, de foodwatch Austria.
El ejemplo del "chocolate con muesli crujiente Vitalis" de Dr. Oetker muestra cómo puede hacerse transparente la retracción: el fabricante redujo el contenido en nada menos que 100 gramos en primavera, e indicó claramente la menor cantidad de relleno en la parte frontal del envase.
Francia marca el camino
Francia ya introdujo una normativa legal en julio de 2024: Allí, tanto los cambios de cantidad como de precio deben etiquetarse directamente en el lineal durante un periodo de dos meses. Esto significa que los consumidores sabrán inmediatamente si un producto se ha encarecido, aunque el contenido haya disminuido.
En Austria, el gobierno federal también anunció en primavera que desarrollaría medidas para unos precios justos de los alimentos, incluido el etiquetado obligatorio. El ministro de Economía, Wolfgang Hattmannsdorfer, se refirió recientemente a un proyecto de ley contra la contracción de los precios. Sin embargo, aún falta mucho para que se tomen medidas concretas.
foodwatch pide una rápida aplicación en Austria
"Los elevados precios de los alimentos están sometiendo a la población austriaca a una enorme presión; ahora los políticos tienen que pasar a la acción en lugar de a las palabras". El Ministro de Economía Hattmannsdorfer debe actuar de una vez y aplicar inmediatamente la obligación de etiquetado anunciada. Cualquier otro retraso significa que los consumidores seguirán siendo estafados en el supermercado", concluye Kley-Schöneich.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.