Las bibliotecas vivientes podrían salvar nuestra alimentación

03.06.2025
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Científicos de la Universidad de Hawai forman parte de un equipo de investigadores que han descubierto una forma innovadora de ayudar a adaptar los cultivos alimentarios de todo el mundo a los rápidos cambios climáticos de la Tierra.

University of Hawaii

El sorgo, un cultivo mundial esencial para cientos de productos, desde el pan hasta el biocombustible.

Un nuevo estudio publicado en Nature Climate Change revela cómo los bancos de germoplasma, que albergan millones de plantas genéticamente diversas en todo el mundo, pueden ayudar a acelerar el proceso de obtención de cultivos mejor adaptados al cambio climático.

"Las presiones que el clima ejerce sobre los cultivos alimentarios afectan a todos los países del planeta, y esta técnica es prometedora para hacer un mayor uso de nuestros bancos genéticos mundiales", afirma Michael Kantar, coautor del estudio y miembro de la Facultad de Agricultura Tropical y Resiliencia Humana (CTAHR) de la Universidad de Homa Mānoa.

Bibliotecas vivas que luchan contra el cambio climático

Según Kantar, los bancos de germoplasma son esenciales para proteger la diversidad genética de los cultivos alimentarios. Estas "bibliotecas vivas" almacenan semillas y otro material genético, y constituyen un recurso vital para los fitomejoradores que trabajan en el desarrollo de nuevas variedades de cultivos con una serie de características que van desde la resistencia a la sequía a la tolerancia a las enfermedades.

Los investigadores utilizaron sorgo, un cereal que se cultiva como alimento, combustible y pienso para el ganado, para probar un nuevo método llamado selección genómica ambiental. Combina datos de ADN con información climática para predecir qué plantas se adaptan mejor a las condiciones futuras.

"Puede aplicarse a cualquier cultivo que disponga de los datos adecuados: sorgo, cebada, cannabis, pimiento y decenas de cultivos más", explica Kantar.

El método también ahorra tiempo. En lugar de probar miles de plantas en el campo, los científicos utilizan un grupo "minicore" más pequeño y diverso para prever cómo se comportarán los cultivos en distintos entornos. Esto ayuda a los obtentores a seleccionar rápidamente los mejores progenitores para nuevas variedades resistentes al clima.

"Este método nos ayudará a seguir el ritmo de las temperaturas más cálidas y el mayor riesgo de inundaciones del clima cambiante de la Tierra, así como a desarrollar nuevas variedades que garanticen la seguridad alimentaria", afirma Kantar.

Los investigadores descubrieron que las naciones con un uso elevado de sorgo pueden necesitar recursos genéticos de otros países para adaptarse eficazmente al cambio climático, lo que subraya el valor del trabajo en equipo a escala mundial para garantizar el suministro mundial de alimentos.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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