El público británico apoya la prohibición de vender comida basura en las cajas registradoras, según un estudio

Eliminar los alimentos "de compra impulsiva" con alto contenido en grasa, sal y azúcar, con el apoyo de compradores y minoristas

15.03.2023 - Gran Bretaña

La prohibición de vender comida basura a la entrada de los comercios, al final de los pasillos y en las cajas debería seguir adelante, después de que un nuevo estudio revelara que los planes contaban con el respaldo mayoritario del público y la industria alimentaria británicos.

University of Southampton

Un estudio demuestra que la prohibición gubernamental de comida basura en entradas y cajas es popular entre el público británico y la industria alimentaria

En octubre del año pasado, el gobierno británico introdujo una normativa para restringir la colocación de productos con alto contenido en grasa, sal y azúcar (HFSS), en el marco de la lucha contra la obesidad.

Para la investigación, dirigida por investigadores de la Universidad de Southampton y la City University of London y financiada por el Instituto Nacional de Investigación Sanitaria y Asistencial (NIHR), se entrevistó a más de 100 personas de toda la cadena de suministro de alimentos del Reino Unido.

La profesora Christina Vogel, Directora Adjunta del Centro de Política Alimentaria de la City University de Londres, calificó los planes de iniciativa "líder mundial" que podría alejar al Reino Unido de las dietas insanas e insostenibles, si se adoptan junto con otras leyes contra la obesidad.

En su opinión: "Esta novedosa política alimentaria marca cambios importantes que pueden contribuir a crear entornos de compra más saludables para los clientes. Pero es esencial controlar su aplicación en todos los tipos de establecimientos e identificar qué más se necesita para que tenga el máximo beneficio para todos".

El estudio, publicado en la revista BMC Medicine, concluye que minoristas, fabricantes, consumidores, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y representantes sanitarios de todo el sistema alimentario inglés consideran que la legislación es un buen primer paso para atajar la obesidad.

El Ministro de Sanidad del Reino Unido, Neil O'Brien, afirmó que la investigación demuestra que los consumidores, los minoristas y los fabricantes respaldan la actuación del Gobierno en la lucha contra la obesidad.

Y añadió: "Las restricciones a la colocación de alimentos poco saludables impiden que los comercios utilicen a los niños y el 'poder de fastidiar' para que los adultos compren cosas. Además, reducen el consumo de calorías por parte de los niños, con lo que disminuye la obesidad, y podrían ahorrar más de 4.000 millones de libras al Servicio Nacional de Salud. Estas reformas garantizan una mayor disponibilidad de alimentos sanos, de fácil acceso y más visibles en nuestras tiendas, lo que ayuda a todos a llevar una vida más sana".

Los resultados pusieron de manifiesto la preocupación que suscita la exención de determinados alimentos y empresas, el elevado coste de los productos saludables y la posibilidad de que algunas empresas aprovechen las lagunas jurídicas para seguir comercializando productos poco nutritivos, lo que podría debilitar los efectos previstos de la legislación.

La Dra. Sarah Muir, del MRC Lifecourse Epidemiology Centre de la Universidad de Southampton, afirmó: "El apoyo de la gente de nuestro sector alimentario ha sido muy positivo: "El apoyo de los ciudadanos a nuestro sistema alimentario demuestra que la legislación gubernamental es importante y debe continuar. Para garantizar que las empresas de todo el país puedan cumplir las nuevas normas, todos los minoristas y fabricantes necesitan poder acceder fácilmente a una herramienta que mida con precisión el contenido de grasa, sal y azúcar, así como otros nutrientes de los productos".

El estudio también señala que las empresas más pequeñas necesitan apoyo adicional para ofrecer alimentos más sanos sin perder su seguridad financiera. Las autoridades locales que trabajan con las empresas de su zona para ayudarlas a cumplir la normativa también necesitan recursos específicos, porque sus equipos ya están al límite de su capacidad.

Preeti Dhuria, también del MRC Lifecourse Epidemiology Centre de la Universidad de Southampton, añadió: "Para lograr un cambio dietético significativo, las personas con las que hablamos señalaron que esta legislación deberá perfeccionarse con el tiempo para cerrar lagunas, y que será necesaria una estrategia a largo plazo dirigida a la fijación de precios, la comercialización, la publicidad y la reformulación de los alimentos."

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