El pudin de proteínas no es una dieta

Estudio de Kiel: los productos "ricos en proteínas" también llevan a comer en exceso

29.04.2025
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Barritas de muesli para ganar masa muscular, pizza fitness o pudding de proteínas: Cada vez hay más alimentos en el supermercado etiquetados como "ricos en proteínas", dando la impresión de que son más sanos o ayudan a perder peso. Pero no es tan sencillo. Un equipo de investigación de la Universidad de Kiel (CAU) ha investigado ahora si los productos precocinados enriquecidos con proteínas marcan la diferencia y ha llegado a una conclusión clara: estos productos también conducen a comer en exceso, aunque de forma algo menos pronunciada. "Los alimentos altamente procesados tienen propiedades que siguen fomentando una ingesta excesiva de energía incluso cuando se enriquecen con proteínas adicionales, y por tanto aumentan el riesgo de obesidad", subraya la profesora Anja Bosy-Westphal, del Instituto de Nutrición Humana y Ciencia de los Alimentos.

Para el estudio, se examinó a 21 adultos jóvenes en las denominadas salas metabólicas. En ellas, los investigadores pudieron medir con precisión la energía consumida y gastada. Los participantes recibieron una tras otra dos dietas de alimentos altamente procesados: una normal y otra rica en proteínas. Podían comer tanto como quisieran. Con la variante rica en proteínas, la ingesta diaria de calorías fue de unas 200 kilocalorías menos y el consumo de energía de unas 130 kilocalorías más. "No obstante, seguía habiendo un claro excedente: se ingería alrededor de un 18% más de calorías de las que el cuerpo consumía. Con la variante normal, era incluso del 32%", informa la Dra. Franziska Hägele.

Demasiado, demasiado rápido, demasiado calórico

Los alimentos altamente procesados, como los platos precocinados, los aperitivos, los yogures aromatizados o las barritas ricas en proteínas, se caracterizan por una serie de propiedades típicas: Contienen muchas calorías por gramo, son especialmente sabrosos y a menudo pueden comerse rápidamente y sin masticar mucho. "Esta combinación hace que sea difícil dejar de comer a tiempo", explica Anja Bosy-Westphal.

Entonces, ¿por qué ayudan al menos un poco las opciones ricas en proteínas? Por un lado, el cuerpo necesita más energía para digerir las proteínas, por lo que parte de las calorías se vuelven a perder enseguida. En segundo lugar, las proteínas influyen en la sensación de hambre del propio organismo: la hormona del hambre, la grelina, disminuye, mientras que las hormonas de la saciedad, como el péptido YY, aumentan. "También hemos observado que los productos ricos en proteínas se comen más despacio, por ejemplo porque tienen una consistencia diferente", explica Bosy-Westphal. "Esto da más tiempo al cuerpo para enviar señales de saciedad". Pero el factor decisivo sigue siendo: El problema no es la proteína, sino el tipo de alimento. "Incluso un pudin enriquecido puede comerse rápidamente y sabe igual de bien que uno normal. Así que se come más de lo necesario", resume Franziska Hägele.

Innecesario para la mayoría, útil para unos pocos

Alrededor de la mitad de la ingesta calórica diaria en Alemania procede de alimentos altamente procesados. Los suplementos proteínicos -generalmente elaborados a partir de proteínas lácteas baratas- no hacen que estos productos sean automáticamente más sanos. Para la población en general, la ingesta adicional de proteínas es además superflua. "En Alemania, la mayoría de la gente consume proteínas más que suficientes", afirma Anja Bosy-Westphal. Ella ve una excepción en las personas mayores con enfermedades crónicas, falta de apetito, bajo peso o trastornos de la deglución. En estos casos, los productos ricos en proteínas y fácilmente comestibles pueden ser una solución provisional sensata.

Sin embargo, si se quiere seguir una dieta equilibrada y mantener el peso bajo control, no hacen falta productos especialmente enriquecidos. Las legumbres, el requesón, el pescado o el yogur aportan la misma cantidad de proteínas. La textura también suele ser decisiva: lo que hay que masticar suele saciar antes. "La gente no debe dejarse engañar por etiquetas como 'alto contenido en proteínas'", aconseja la nutricionista. "Porque incluso una pizza preparada enriquecida en proteínas sigue siendo al final una bomba de calorías".

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.

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