Envejecimiento saludable con micronutrientes

19.03.2024
Leibniz-Gemeinschaft

Envejecimiento saludable con micronutrientes

El proceso de envejecimiento se asocia a una alteración de las necesidades de micronutrientes esenciales. Además, los cambios en la biodisponibilidad y la variabilidad posprandial de varios nutrientes están asociados al envejecimiento. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro con qué rapidez y en qué medida los micronutrientes de una comida entran en el torrente sanguíneo y si esto depende de la edad. Para responder a esta pregunta, científicos del Instituto Alemán de Nutrición Humana Potsdam-Rehbrücke (DIfE), el Instituto Leibniz de Cultivos Hortícolas y Ornamentales y la Universidad de Potsdam llevaron a cabo el estudio BioMiEL. Los resultados se publicaron en la revista Nutrients.

Las carencias de micronutrientes son frecuentes en las personas mayores y se asocian a un mayor riesgo de padecer ciertas enfermedades, como las cardiovasculares y el cáncer. Las causas pueden ser una dieta desequilibrada, enfermedades crónicas, tabaquismo o cambios en el sentido del gusto. Otro motivo de carencia de micronutrientes podría ser una reducción relacionada con la edad de la biodisponibilidad, es decir, la rapidez y el grado con que el intestino delgado absorbe los micronutrientes y los libera en el torrente sanguíneo.

Comparación entre jóvenes y mayores

En este contexto, la Dra. Daniela Weber, investigadora asociada del Departamento de Toxicología Molecular del DIfE, y su equipo llevaron a cabo el estudioBioavailabilityof Micronutrientsin Elderly(BioMiEL). El objetivo era investigar la variabilidad postprandial -es decir, los cambios dinámicos en las concentraciones de micronutrientes tras una comida de intervención estandarizada- y la biodisponibilidad de oligoelementos esenciales, vitaminas y carotenoides en diferentes grupos de edad. Participaron 43 personas, 21 jóvenes (edad media: 26,9 años) y 22 hombres y mujeres mayores (edad media: 66,8 años).

Los científicos determinaron primero las concentraciones basales de hierro, cobre, zinc, selenio, yodo, zinc libre, vitamina C, retinol, licopeno, β-caroteno, α-tocoferol y γ-tocoferol en la sangre de todos los participantes.

A continuación, los sujetos recibieron una comida vegetal de prueba consistente en una pasta para untar rica en micronutrientes y un batido. "Lo especial de nuestro estudio fue la comida de prueba, elaborada en parte con productos regionales", afirma Weber, director del estudio. En las seis horas siguientes a la ingesta, se registraron cada 90 minutos los cambios dinámicos en las concentraciones de micronutrientes.

Diferencias principalmente individuales

"De forma similar al estado actual de la literatura, también pudimos demostrar en el estudio BioMiEL que las concentraciones del oligoelemento esencial zinc y del carotenoide licopeno son menores en las personas mayores que en las jóvenes", explica el autor principal, Denny Pellowski, de la Universidad de Potsdam. "Postprandial, es decir, después de la ingesta de alimentos, el zinc y la vitamina C en particular fluctuaron, por lo que pudimos ver que había diferencias principalmente individuales y menos relacionadas con la edad".

La concentración de selenio fue mayor en los participantes de más edad y se observaron diferencias dependientes del tiempo. El cobre también mostró concentraciones basales más altas en los participantes de más edad, con cambios significativos tras la ingesta de alimentos. Las relaciones cobre-zinc diferían en función de la edad, lo que indica su papel como biomarcadores del envejecimiento. En cuanto al hierro, no se encontraron diferencias relacionadas con la edad en las concentraciones basales, pero se observaron cambios significativos tras la ingesta de alimentos, especialmente en los participantes de más edad. "Nos pareció muy ilustrativo el aumento de vitamina C que supuso el batido. Fue sólo un resultado menor, pero demuestra que un vaso de zumo de grosella negra y otro de manzana bastan para multiplicar la concentración de vitamina C en la sangre", afirma Weber.

Los resultados del estudio subrayan la necesidad de medidas específicas que aborden los cambios en la ingesta de nutrientes relacionados con la edad. Al mismo tiempo, ofrecen enfoques valiosos para gestionar de forma más específica las carencias de micronutrientes en los adultos mayores. Sin embargo, los científicos coinciden en que es necesario seguir investigando para comprender mejor la variabilidad postprandial de los micronutrientes.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.

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