Ayuda más específica para las alergias a los cacahuetes
Las células inmunitarias intestinales desempeñan un papel clave
La inmunoterapia oral ayuda a muchos niños con alergia a los cacahuetes. Sin embargo, en algunos casos también provoca reacciones alérgicas graves. En la revista especializada "Allergy", un equipo dirigido por Young-Ae Lee explica las razones y cómo puede personalizarse el tratamiento.
La alergia a los cacahuetes es una de las alergias alimentarias más frecuentes y peligrosas. A veces, incluso las cantidades más pequeñas de esta legumbre rica en proteínas bastan para desencadenar reacciones alérgicas como picor e hinchazón, o incluso anafilaxia potencialmente mortal. Durante mucho tiempo, sólo había una medida para contrarrestarlo: había que evitar los cacahuetes lo más meticulosamente posible. Como muchos alimentos pueden contener trazas de ellos, esto era -y sigue siendo- una tarea difícil, incluso para los padres de los niños afectados. La medicación de urgencia debe estar siempre al alcance de la mano.
Desde hace poco, los niños alérgicos a los cacahuetes tienen la opción de la desensibilización oral. "Sin embargo, algunos niños que reciben este tipo de terapia responden poco o nada al tratamiento", afirma el profesor Young-Ae Lee, jefe del grupo de trabajo "Genética molecular de las enfermedades alérgicas" del Centro Max Delbrück. "En algunos casos, el preparado, que contiene dosis crecientes de alérgenos del cacahuete, también provoca reacciones anafilácticas".
Un equipo dirigido por Lee y la profesora Kirsten Beyer, jefa del Centro de Estudios de Alergia Pediátrica de la Charité - Universitätsmedizin Berlin, ha descrito ahora en la revista "Allergy" por qué los niños responden de forma tan diferente a la terapia y cómo podría hacerse más segura y eficaz en el futuro. El primer autor de la publicación es el Dr. Aleix Arnau-Soler, del grupo de Lee. "En nuestro estudio buscamos cambios moleculares en el sistema inmunitario de los niños que recibieron inmunoterapia oral, y los encontramos", explica Arnau-Soler.
Las células inmunitarias intestinales desempeñan un papel clave
Para su estudio, los investigadores analizaron la sangre y las células inmunitarias que contenía de 38 niños. Los sujetos tenían una edad media de siete años y recibieron desensibilización oral en Charité debido a una alergia a los cacahuetes. Arnau-Soler y sus colegas determinaron las concentraciones sanguíneas de anticuerpos antialérgicos, las inmunoglobulinas, y de mensajeros inflamatorios, las citocinas, antes y después de la terapia.
Los científicos también investigaron las cantidades de proteínas de cacahuete que el sistema inmunitario de los niños toleraba antes y después del tratamiento, es decir, hasta qué punto la desensibilización había tenido éxito. Además, los investigadores utilizaron modernas tecnologías ómicas para comprender qué genes de las células inmunitarias de los niños se activan cuando responden bien al tratamiento cuando las células entran en contacto con las proteínas del cacahuete en el laboratorio.
"Los niños que respondieron bien al tratamiento parecían tener un sistema inmunitario menos reactivo incluso antes de iniciar la terapia. Encontramos niveles más bajos de inmunoglobulinas y citoquinas en su sangre", informa Arnau-Soler. Según el investigador, estos resultados podrían ayudar a averiguar con antelación a la desensibilización qué niños se beneficiarán especialmente de ella y cuáles tienen un mayor riesgo de sufrir efectos secundarios.
Además, los investigadores pudieron identificar diferencias comunes en los patrones de expresión génica y metilación del ADN entre las células inmunitarias de los niños que respondieron bien o mal al tratamiento. Esta última desempeña un papel decisivo en la regulación de la actividad génica. "Las diferencias desempeñan un papel especialmente importante en determinadas células inmunitarias, que rara vez se encuentran en la sangre pero son tanto más comunes en el intestino, donde cumplen importantes tareas", afirma Arnau-Soler. Se trata tanto de células T especiales, que forman parte del sistema inmunitario adquirido, como de células inmunitarias, que forman parte de las defensas innatas del organismo.
Los nuevos biomarcadores permiten una terapia personalizada
"Nuestros resultados abren la puerta a enfoques personalizados para tratar la alergia al cacahuete -que afecta al tres por ciento de los niños de los países industrializados- de forma más eficaz y segura en el futuro", afirma Lee. "Ahora disponemos de biomarcadores potenciales para saber cómo responderá un niño a la terapia y qué riesgos conlleva en cada caso individual, incluso antes de que empiece la terapia". También es concebible que la duración del tratamiento y las cantidades de alérgenos del cacahuete administradas puedan adaptarse en el futuro al perfil inmunitario individual del paciente.
Los investigadores se esfuerzan actualmente por confirmar sus resultados en otro estudio. También quieren seguir investigando las células inmunitarias presentes en la sangre. "Al mismo tiempo, estamos trabajando en un modelo de pronóstico para poder utilizar en el futuro un simple análisis de sangre para adaptar mejor la desensibilización oral a cada niño", añade Arnau-Soler. Esto eliminaría gran parte del miedo a la alergia al cacahuete".
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Publicación original
Aleix Arnau‐Soler, Sarah E. Ashley, Ahla Ghauri, Alexander C. S. N. Jeanrenaud, Ingo Marenholz, Katharina Blumchen, Penelope Cibin, Alisa Iakupova, Norbert Hubner, Kirsten Beyer, Young‐Ae Lee; "Understanding the Variability of Peanut‐Oral Immunotherapy Responses by Multi‐Omics Profiling of Immune Cells"; Allergy, 2025-7-22