Un estudio revela los principales obstáculos psicológicos al consumo de carne de caza en Japón

10.12.2025

Un nuevo estudio ofrece una hoja de ruta crucial para que Japón afronte un reto ecológico cada vez mayor al tiempo que avanza en la sostenibilidad alimentaria: superar las barreras psicológicas al consumo de carne de caza.

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Tomoko Imoto

Los investigadores emplearon un marco ampliado de la Teoría de la Acción Razonada (TRA), que incorpora la neofobia a los alimentos y la experiencia previa, para identificar las barreras al consumo. Sus conclusiones demuestran que la aceptación está impulsada principalmente por la percepción de la calidad; la neofobia a los alimentos actúa como una restricción psicológica dominante, y la experiencia previa crea distintas vías de comportamiento para el consumo.

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La investigación analizó la psicología del consumidor para entender por qué esta fuente de proteínas sostenible pero infrautilizada sigue siendo ampliamente rechazada. Los resultados ofrecen ideas cruciales para los responsables políticos y los líderes de la industria que buscan transformar este pasivo ecológico en un activo económico y medioambiental.

Japón se enfrenta a una escalada del conflicto entre el hombre y la fauna salvaje, con daños agrícolas causados por animales salvajes que superan los 16.000 millones de yenes anuales. A pesar de los intensos esfuerzos de sacrificio, la inmensa mayoría de los ciervos y jabalíes sacrificados se desechan. Más del 80% de la carne se desperdicia, lo que representa una pérdida masiva de una fuente de proteínas nutricionalmente superior.

"La carne de caza no es sólo una solución ecológica, sino un recurso alimentario sostenible", afirma Tomoko Imoto, profesora asociada de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Tohoku, que dirigió la investigación. "Sin embargo, la baja tasa de utilización es un problema del lado de la demanda. Necesitábamos entender la mentalidad del consumidor para averiguar por qué".

Para identificar estos factores psicológicos, los investigadores ampliaron el conocido marco de la Teoría de la Acción Razonada (TRA). Incorporaron al modelo dos factores externos cruciales: La neofobia alimentaria (la reticencia a probar alimentos nuevos y desconocidos) y la experiencia previa de los consumidores con la carne de caza. Este modelo integral permitió al equipo evaluar rigurosamente cómo las creencias, los miedos y las experiencias pasadas influyen colectivamente en la intención de comer carne de caza.

Analizando 537 respuestas válidas mediante modelos estadísticos avanzados (PLS-SEM), los investigadores identificaron los factores psicológicos clave que influyen en las intenciones de los consumidores. Descubrieron que las actitudes de los consumidores son bidimensionales y siguen siendo un predictor significativo de la intención de comer carne de caza. Entre los factores de influencia, las percepciones de sabor, seguridad y salud resultaron mucho más decisivas que las consideraciones éticas o de sostenibilidad.

De manera crucial, el análisis identificó la neofobia alimentaria como una barrera psicológica dominante. Este "miedo a la comida" influye negativamente en las intenciones de los consumidores, principalmente porque tienden a asociar el desconocimiento de la carne con una mala calidad. Además, al comparar a los consumidores experimentados con los inexpertos, el modelo reveló que la experiencia previa conduce a pautas de comportamiento distintas. Entre el 40% de los encuestados que habían probado anteriormente la carne de caza, las experiencias personales positivas y la familiaridad mejoraron sus percepciones de la calidad, lo que dio lugar a un segmento de consumidores notablemente más receptivo.

Este estudio amplía los límites teóricos del marco de la TRA en el contexto de los nuevos alimentos, ofreciendo ideas prácticas para orientar las políticas y las estrategias de marketing para posicionar la carne de caza como una opción alimentaria sostenible y de alta calidad dentro del sistema alimentario moderno de Japón.

"La clave está en reforzar la cadena de suministro con normas estrictas de calidad e higiene", concluye Imoto. "Al ofrecer oportunidades de degustación y presentar la carne de caza en formatos de platos familiares, podemos abordar eficazmente tanto las preocupaciones de calidad como el miedo a los alimentos desconocidos, con la esperanza de integrar esta fuente de proteínas sin explotar en la dieta de Japón."

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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