Nuevo enfoque en el tratamiento del hígado graso no alcohólico

El almidón resistente, como el que se encuentra en los plátanos verdes, podría desempeñar un papel importante en el tratamiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólico en el futuro

07.09.2023 - Alemania
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El almidón resistente prebiótico podría desempeñar en el futuro un papel importante en el tratamiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA). Los primeros indicios sugieren que una dieta especialmente adaptada con almidón resistente no sólo influye positivamente en el microbioma intestinal, sino que también conduce a un alivio de la enfermedad. Esto es lo que ha descubierto en un estudio reciente un equipo internacional de investigación del Grupo de Excelencia "Equilibrio del Microverso" de la Universidad de Jena, el Sexto Hospital Popular de Shanghai afiliado a la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai (SSPH-SJTUSM) y el Instituto Leibniz de Investigación de Productos Naturales y Biología de las Infecciones (Leibniz-HKI).

Estudios anteriores sugieren que la enfermedad del hígado graso que no está causada por el consumo excesivo de alcohol está estrechamente relacionada con el microbioma intestinal, y los alimentos dirigidos por la microbiota podrían ser una intervención no farmacológica eficaz para tratar la NAFLD. En este contexto, los investigadores llevaron a cabo un estudio clínico nutricional con pacientes afectados por la enfermedad. Los resultados se publican ahora en el número actual de la revista de investigación Cell Metabolism.

"Descubrimos que los participantes en el estudio se beneficiaron de una dieta a base de almidón resistente, ya que se redujo la acumulación de grasa en el hígado enfermo. Además, observamos un aumento de ciertos tipos de bacterias en el intestino de los participantes; estas bacterias influyeron positivamente en la reducción y el transporte de grasa en el hígado. Además, la reducción del NAFLD y de los biomarcadores de inflamación indican un alivio del daño hepático", resumió el líder del estudio, Gianni Panagiotou, catedrático de Dinámica del Microbioma en el Clúster de Excelencia "Equilibrio del Microverso" de la Universidad de Jena (Alemania).

El almidón resistente tiene un efecto prebiótico en el intestino

El almidón resistente pertenece a las fibras alimentarias y se encuentra, por ejemplo, en el pan, la pasta y las legumbres. Consiste en fibras no digeribles, por lo que tiene un efecto prebiótico en el intestino. "Descubrimos que el número de bacterias beneficiosas aumenta cuando los microorganismos del colon metabolizan el almidón resistente. Al mismo tiempo, disminuye el número de bacterias nocivas", explica el primer autor, Yueqiong Ni. "Esto conduce a un microbioma intestinal más equilibrado y tiene un impacto positivo en la salud".

El equipo dirigido por Gianni Panagiotou, Weiping Jia, Yueqiong Ni y Huating Li examinó muestras de suero y heces de 200 participantes durante un periodo de cuatro meses. Descubrieron que el nivel de "Bacteroides stercoris", en particular, aumenta significativamente cuanto más grave es la enfermedad. "En nuestro estudio, descubrimos que el Bacteroides stercoris se presentaba en menor cantidad en las personas analizadas después de comer 40 gramos de almidón resistente al día", afirma Huating Li, coautor del estudio. Los investigadores concluyen que es aconsejable consumir en cada comida una cantidad del tamaño de un puño de carbohidratos "sanos" que contengan naturalmente almidón resistente, como cereales integrales, legumbres, plátanos verdes y verduras con almidón como las patatas, para aliviar el hígado graso.

En la actualidad, alrededor del 30% de la población mundial padece la enfermedad del hígado graso no alcohólico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera una epidemia. Este trastorno metabólico también puede agravar enfermedades como la diabetes de tipo 2 o las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, todavía no se ha aprobado ningún tratamiento farmacológico para los pacientes afectados. Para hacer recomendaciones nutricionales concretas, son necesarios más estudios y a más largo plazo, según la "Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas".

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