En vías de producir mejores hamburguesas cultivadas en laboratorio
Un cóctel especial de moléculas hace que las células precursoras se conviertan en fibras musculares funcionales y contráctiles
El cultivo de fibras musculares gruesas a partir de células bovinas en el laboratorio ha sido durante mucho tiempo un reto para los científicos. Investigadores de la ETH de Zúrich lo han resuelto con éxito, con el objetivo de producir algún día carne comestible.
La carne de vacuno crece en las placas de Petri de Ori Bar-Nur, profesor de la ETH y experto en biología regenerativa y muscular. Sin embargo, aún no ha probado la carne cultivada porque el consumo humano requiere aprobación oficial en Suiza. Sin embargo, Bar-Nur tiene colegas que han participado en catas autorizadas de carne de vacuno cultivada en laboratorio. Describen el sabor y la consistencia como similares a los de la carne real. Al fin y al cabo, es carne de vacuno, con la única diferencia de que para obtenerla no hay que sacrificar ninguna vaca.
Bar-Nur y su equipo producen la carne en cultivo celular a partir de células bovinas. Utilizan células precursoras, conocidas como mioblastos, que forman las fibras musculares. Estas células pueden obtenerse tomando una biopsia de una vaca viva. Para su investigación, sin embargo, aislaron las células a partir de cortes de vacuno estándar: filete, solomillo, carrillada y falda.
Con la ternera no es tan fácil
Aunque hasta ahora los científicos habían conseguido generar fibras musculares a partir de mioblastos bovinos en el laboratorio, estas fibras solían ser bastante finas.
Ahora, los investigadores de la ETH han logrado crear tejido muscular tridimensional compuesto de fibras gruesas a partir de mioblastos. Este tejido también se parece más al tejido muscular bovino natural a nivel molecular y funcional; tiene los mismos genes y proteínas activos que el tejido muscular bovino natural y se contrae de forma similar a su homólogo natural. Este no era el caso del tejido muscular producido con el método anterior; las células carecían de algunas de las proteínas que se encuentran en el músculo natural.
Pollo cultivado en laboratorio disponible en Singapur
Con su investigación, Bar-Nur trabaja en un campo con un futuro prometedor: el de revolucionar la producción de carne. En todo el mundo, docenas de empresas de nueva creación se apresuran a desarrollar carne cultivada en laboratorio a precios asequibles, anticipándose a la demanda de los clientes de producir carne sin necesidad de establos, transporte de ganado ni mataderos. Además, este tipo de carne requiere menos tierra para su producción. También puede ser más respetuosa con el clima, aunque esto sigue siendo objeto de debate.
En Singapur ya se comercializa pollo producido en laboratorio a partir de células animales cultivadas. En el caso de la carne de vacuno cultivada en laboratorio, el desarrollo aún no ha alcanzado esa fase. Los hallazgos de la ETH podrían acelerar los avances en este campo.
Un cóctel de tres moléculas
Para producir fibras musculares gruesas y funcionales, los investigadores de la ETH de Zúrich añadieron un cóctel de tres moléculas al medio de cultivo celular, el líquido rico en nutrientes utilizado para cultivar células en placas de laboratorio. Las moléculas añadidas desempeñan un papel clave en la diferenciación celular. Bar-Nur desarrolló el cóctel hace siete años, durante su trabajo postdoctoral en la Universidad de Harvard.
Entonces trabajaba principalmente con ratones. Su investigación básica giraba en torno al cultivo de células musculares fuera del cuerpo para el tratamiento de enfermedades hereditarias que implican degeneración muscular. La investigación de la distrofia muscular sigue siendo uno de los principales objetivos de Bar-Nur en la ETH de Zúrich. Además, ha descubierto que su método con las tres moléculas es adecuado para producir células musculares de vaca de calidad superior en el laboratorio.
Limpio y seguro
Las tres moléculas sólo son necesarias en las primeras fases de la formación de la fibra muscular. Después, es posible -y necesario- eliminar las moléculas del medio de cultivo celular durante el proceso de producción. Cualquier producto comercial futuro no las contendría.
Aun así, es necesario un desarrollo adicional para alcanzar la madurez comercial. "El medio de cultivo celular requiere una mayor optimización para hacerlo más asequible y seguro para el consumo. Además, tenemos que explorar formas de producir estas fibras musculares en mayores cantidades", afirma Christine Trautmann, estudiante de doctorado del grupo de Bar-Nur y una de las dos autoras principales del estudio. De momento, los investigadores sólo han producido unos pocos gramos de músculo, pero ahora están estudiando formas de ampliar la producción.
"Estos nuevos productos alimentarios innovadores tendrán que pasar por un prolongado y complejo procedimiento de autorización antes de llegar a las estanterías de las tiendas y, en última instancia, a nuestros platos", explica Adhideb Ghosh. Es científico del grupo de Bar-Nur y el otro de los dos autores principales del estudio. Con vistas a seguir desarrollando esta tecnología y llevarla al mercado, el profesor de la ETH Bar-Nur está considerando la posibilidad de crear una empresa emergente. Quiere contribuir a que algún día podamos producir hamburguesas éticas, asequibles y seguras.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.
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