La elaboración de gachas en el Neolítico

20.09.2022 - Alemania

Los cereales, la leche y la carne constituían la dieta básica de los habitantes de Gran Bretaña hace ya 5500 años. Mediante un análisis químico de residuos lipídicos en cerámicas bien conservadas, un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Bristol y en el que participan investigadores de la Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg (FAU) ha demostrado por primera vez que los habitantes de la Gran Bretaña neolítica no sólo consumían cebada, sino también trigo, que se preparaba en vasijas de arcilla diseñadas especialmente para ello.

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Los resultados de sus investigaciones se han publicado en la revista Nature Communications bajo el título "Neolithic culinary traditions revealed by cereal, milk, and meat lipids in pottery from Scottish crannogs".

El cultivo de cereales en Gran Bretaña se remonta a aproximadamente el año 4000 a.C., probablemente introducido por agricultores inmigrantes procedentes de la Europa continental. Los raros hallazgos de granos de cereal conservados y otros restos del Neolítico así lo sugieren. Al mismo tiempo, la alfarería se fue extendiendo. En la cerámica del Neolítico aún se pueden encontrar restos de lípidos moleculares que se incrustaron en la vasija sin esmaltar durante la cocción o el almacenamiento, y que permiten conocer los hábitos culinarios de la población de aquella época.

Gachas, gachas y guisos

Sobre la base de una cerámica excelentemente conservada, fechada entre el 3600 y el 330 a.C., recuperada bajo el agua, los investigadores han podido demostrar ahora que también se consumía trigo. Hasta ahora, los investigadores creían que la dieta de la población se centraba predominantemente en la cebada, ya que sólo se han encontrado pruebas de trigo quemado en contadas ocasiones, lo que indica que no era un componente importante de las comidas. Los investigadores también pudieron demostrar por primera vez que los habitantes de la Edad de Piedra cocinaban el trigo junto con la leche en vasijas de cerámica reservadas únicamente para ese fin. La carne, en cambio, se cocinaba en otras vasijas un poco más grandes. "Nuestros hallazgos son interesantes por varias razones", explica el Prof. Dr. Simon Hammann, profesor adjunto de Seguridad y Calidad Alimentaria de la FAU, que fue el responsable de realizar el análisis químico de los residuos lipídicos. "Indican que los biomarcadores de los cereales pueden conservarse durante más de cinco mil años en condiciones ideales, por ejemplo bajo el agua, sin exposición al aire. Esto significa que el análisis de los lípidos puede ser un valioso complemento a los métodos del campo de la arqueobotánica para investigar el inicio y la difusión de la agricultura, así como la investigación de la historia cultural."

¿Cómo funciona el análisis químico de los lípidos en la cerámica? Tras ser hervidos o tostados repetidamente o almacenados durante largos periodos de tiempo, los lípidos son absorbidos por la matriz porosa de las vasijas de cerámica, donde algunos de ellos han permanecido durante varios miles de años. Los componentes biomoleculares se descodifican mediante cromatografía de gases y espectrometría de masas, produciendo una huella química que puede utilizarse, además de para determinar la relación de isótopos de carbono en los lípidos (δ13C), para identificar los alimentos que se consumían en esa época.

Misteriosas islas artificiales

Las vasijas de cerámica están ricamente decoradas y se encontraron en las proximidades de "crannogs". Se trata de pequeñas islas artificiales construidas en el agua, cuya finalidad sigue siendo un misterio. Para el proyecto en cuestión, el equipo investigó cuatro crannogs en las Hébridas, un grupo de islas frente al noroeste de Escocia. La decoración y el estado de conservación de la cerámica sugieren que las vasijas y las comidas pueden haber servido para fines ceremoniales. "Esta investigación nos ofrece una ventana a las tradiciones culinarias de los primeros agricultores que vivían en el extremo noroccidental de Europa, cuyas formas de vida son poco conocidas", explica la directora del proyecto, la Dra. Lucy Cramp, de la Universidad de Bristol. "Nos da el primer vistazo al tipo de prácticas que se asociaban a estos enigmáticos islotes".

Más información sobre los métodos utilizados para el análisis químico.

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