Aplicaciones de reparto de comida: los incentivos pueden reducir las emisiones de CO2
Comodidad alimentaria y climática
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¿Pueden pequeños cambios en el diseño de las aplicaciones de reparto de comida animar a la gente a elegir comidas más respetuosas con el clima? Investigadores del Instituto de Economía Alimentaria y de los Recursos (ILR) de la Universidad de Bonn han estudiado esta cuestión. Sus conclusiones se publican ahora en la revista "Appetite".
¿De qué se trata?
Somos lo que comemos, y nuestros hábitos alimentarios no sólo afectan a nuestra salud, sino también a la de nuestro planeta. Los sistemas alimentarios están entre los principales responsables de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y causan problemas medioambientales como la deforestación y el cambio de uso del suelo. Con el auge del reparto de comida por Internet, la influencia de las plataformas digitales en nuestras elecciones alimentarias diarias es cada vez mayor. Esto plantea una pregunta: ¿Cómo pueden diseñarse las aplicaciones de reparto de comida para que las opciones sostenibles se conviertan en una elección fácil y atractiva?
Usted ha probado los nudges y los boosts: ¿En qué consisten?
En este estudio se probaron dos enfoques diferentes para promover la elección de alimentos sostenibles en una aplicación experimental en línea. La base fue un grupo de control que utilizó la aplicación sin estas características. En la primera intervención, "Predeterminado + estímulo", se preseleccionó por defecto un menú de hamburguesas respetuoso con el clima. Los participantes podían aceptar esta opción o crear su propio menú. Si optaban por personalizar su comida, los productos más respetuosos con el medio ambiente aparecían al principio de la lista y se destacaban con el icono de una hoja verde. La segunda intervención - "Información+impulso"- se centró en la educación y la motivación. Se mostraron a los participantes cuatro sencillos consejos para una alimentación sostenible. Una pancarta les recordaba que su elección marca la diferencia, y una información en tiempo real mostraba las emisiones de CO₂ estimadas de su menú. En todas las condiciones, incluido el grupo de control, los usuarios podían hacer clic para ver información adicional sobre la huella de carbono estimada y la tabla nutricional de cada plato del menú.
¿Cómo se procedió?
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de los tres grupos experimentales. En este estudio en línea, los participantes utilizaron una aplicación de reparto de comida, inspirada en una real, y prepararon una comida a base de hamburguesa, compuesta por pan, hamburguesa, ingredientes, salsa, guarnición y bebida. Un total de 1.011 personas completaron la encuesta inicial y fueron invitadas a una encuesta de seguimiento una semana después, en la que participaron 664 personas. En esta ocasión, volvieron a confeccionar un menú de hamburguesas, pero sin las intervenciones descritas anteriormente. En la segunda ronda no se utilizaron las medidas "Predeterminado + Codazo" ni "Información + Impulso".
¿Cuál es el hallazgo clave?
Con el enfoque "Predeterminado + estímulo", los participantes eligieron comidas con una huella media de CO₂ de 1.530 gramos, aproximadamente un tercio menos que el grupo de control (2.280 gramos). El enfoque "Información+impulso", que proporcionaba consejos y comentarios, sólo redujo ligeramente la huella a una media de 2.169 gramos. Sin embargo, ninguno de los dos enfoques produjo cambios duraderos: al cabo de una semana, todos los grupos tomaron decisiones similares a las del grupo de control en la primera ronda.
¿Significa esto que ninguno de los dos enfoques es eficaz?
Nuestros resultados demuestran que las intervenciones puntuales no bastan para cambiar de forma duradera el comportamiento de los consumidores. Sin embargo, esto no significa que el cambio sea imposible. Otros estudios en diferentes contextos muestran que la exposición repetida a intervenciones, la combinación de codazos y estímulos o la incorporación de elementos emocionales pueden tener efectos más fuertes y, a veces, duraderos.
¿Cuál fue el mayor reto?
El mayor reto fue identificar medidas que -basadas en la teoría y en estudios empíricos- tuvieran el potencial de influir positivamente en el comportamiento de los consumidores, pudieran clasificarse claramente como "codazo" o "estímulo" y -lo que es más importante- se percibieran como realistas en el contexto de una aplicación de reparto de comida.
¿Son los resultados transferibles a otros casos?
En principio, sí, pero con precaución. El estudio se realizó en una aplicación de reparto simulada: los participantes ni pagaban ni recibían hamburguesas, así que no se trataba de una compra real. No obstante, los resultados sugieren que los nudges pueden ser una herramienta eficaz para influir en las decisiones a corto plazo. Los empujones, sin embargo, pueden necesitar repetirse o combinarse con otros enfoques para lograr efectos más fuertes y duraderos.
¿Qué recomienda a partir de estos resultados?
Las plataformas de distribución de alimentos podrían pasar a ofrecer comidas respetuosas con el clima como opción por defecto y utilizar incentivos adicionales para ayudar a que la elección sostenible sea la más obvia. Dados los crecientes retos de sostenibilidad, también sería deseable una cooperación más estrecha entre las empresas alimentarias y los investigadores. Esto permitiría desarrollar y probar en el mundo real medidas que promuevan cambios de comportamiento a largo plazo.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.