La carne es machista: por qué los conceptos de masculinidad se interponen en el camino de las iniciativas ecológicas para reducir el consumo de carne y lácteos
Un estudio recomienda formas de animar a los hombres a cambiar su dieta
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Un nuevo estudio muestra que las normas masculinas tradicionales son una barrera importante que impide a los hombres reducir su consumo de carne y productos lácteos, y recomienda cómo apelar mejor a los hombres para que cambien sus hábitos alimentarios a fin de mitigar los daños de la ganadería al medio ambiente.
Investigadores de la Universidad de Bath, Bryant Research y la Universidad de Zúrich examinaron la relación entre el consumo de carne y productos animales. En el estudio buscaron formas de reducir el consumo de carne y mejorar la comercialización de productos vegetales: "¿Comidas machistas? A mixed methods study on traditional masculine norms and animal product consumption in the UK" , publicado en la revista Journal of Environmental Psychology.
"La agricultura animal es la principal responsable de la degradación del medio ambiente, los riesgos para la salud pública y el sufrimiento de los animales. La reducción del consumo de carne y productos animales está ampliamente reconocida como una forma eficaz de mitigar estos daños. Sin embargo, los hombres siguen consumiendo más carne que las mujeres, son menos propensos a ser vegetarianos o veganos y se resisten más a las iniciativas que promueven la reducción del consumo de carne", afirmó la Dra. Annayah Prosser, de la Facultad de Administración de la Universidad de Bath.
La encuesta realizada a más de 1.000 hombres en el Reino Unido mostró que los que más firmemente abrazaban las normas masculinas tradicionales, como la autosuficiencia y el no compartir ni mostrar emociones, comían mucha más carne roja y de ave. También manifestaron un mayor apego emocional a la carne y los lácteos, y eran más propensos a considerar masculino el consumo de carne, así como a considerar el vegetarianismo como una amenaza cultural.
Los investigadores evaluaron si la masculinidad tradicional predice la frecuencia con que los hombres consumen carne, su apego emocional a ella y la masculinidad percibida de la carne. A continuación, exploraron y tuvieron en cuenta seis aspectos de la masculinidad tradicional: la evitación de la feminidad, la emocionalidad restrictiva, la agresividad, el estatus de logro, la autosuficiencia y las actitudes hacia el sexo.
Más allá del conocido vínculo entre la masculinidad y la carne, nuestro estudio identificó dos normas masculinas que pueden impulsar esta conexión: la "evitación de la feminidad" y el "estatus de logro". Los hombres que apoyaban estas normas específicas tendían a comer más carne, estaban más apegados a la carne y los lácteos, consideraban el vegetarianismo como una amenaza para la cultura británica y encontraban la carne más masculina. Para cambiar las dietas de los hombres, el reto consiste en abordar estas normas y encontrar formas de trabajar con las identidades masculinas, no contra ellas", afirmó la autora principal, Elise Hankins, de Bryant Research.
Los grupos de discusión de seguimiento moderados a distancia exploraron más a fondo cómo hablan los hombres sobre el consumo de carne, el género y la dieta dentro de sus grupos de iguales. Mientras que en la encuesta quedaban claros los vínculos entre carne y masculinidad, en los grupos de discusión los hombres solían hablar del consumo de carne y del género de forma contradictoria:
explica el Dr. Prosser: "Los hombres de nuestros grupos de discusión se mostraron contradictorios sobre el papel de la masculinidad en su consumo de carne. Al principio, muchos hombres descartaban por completo el papel que su género tenía en su dieta, pero minutos después hablaban de la enorme influencia que su red social y su grupo de iguales masculino tenían en sus elecciones de menú". Los investigadores entienden que comer es una actividad fundamentalmente social, y nuestra investigación demuestra que, aunque los hombres no quieran reconocerlo abiertamente, la masculinidad tiene una gran influencia encubierta en las elecciones dietéticas".
Armados con los resultados del estudio, los investigadores propusieron las siguientes estrategias para que la alimentación basada en plantas resulte más atractiva a los hombres:
- Dar prioridad al sabor: dado que el escepticismo sobre el sabor sigue siendo una barrera importante entre los hombres, las campañas deberían ofrecer pruebas de sabor, destacar el sabor en la publicidad e invertir en hacer más atractivos los productos vegetales.
- Centrarse en la salud y la nutrición: la educación sobre los beneficios para la salud de las dietas basadas en plantas -especialmente en proteínas, forma física y longevidad- puede ayudar a contrarrestar los mitos y alinearse con las motivaciones masculinas orientadas hacia uno mismo.
- Utilizar mensajes implícitos: en lugar de promocionar abiertamente los alimentos vegetales como "masculinos", vincularlos sutilmente a valores como el rendimiento, la fuerza y la aventura para evitar alienar a los hombres que rechazan las narrativas alimentarias sexistas.
- Equilibrar la claridad y el atractivo en el etiquetado: seguir utilizando las conocidas etiquetas "cárnicas" para las alternativas vegetales con el fin de satisfacer las expectativas de sabor, a la vez que se educa a los consumidores para que sepan que estos productos están diseñados como sustitutos reconocibles, no como sustitutos engañosos.
- Aprovechar la influencia social: dado que las parejas, los amigos y la familia determinan las elecciones alimentarias de los hombres, las intervenciones podrían aprovechar estas redes para fomentar la alimentación vegetal.
- Abordar los problemas de costes: las políticas para hacer más asequibles los productos vegetales -mediante subvenciones o incentivos de precios- podrían ayudar a igualar las condiciones con la carne y los lácteos convencionales.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.